Las dos perras entran en el privado donde dos afortunados esperan ansiosos en el jardin. Despues de magrear sus cuerpazos las dos putas se arrodillan y empiezan a tragar polla como autenticas profesionales, seguidamente con los rabos bien duros comienzan a trotar como locas sobre ellos, intercambiando entre los cabronazos para sentir sus conos reventar de placer.