Orgia en cuatro
Las dos perras comienzan a despelotarse lentamente, tocandose sus tetas esperan a que los golfos aparezcan con ansia de una orgia. Tirados sobre el sofa cada uno recibe una buena mamada y rapidamente se monta encima de sus nardos para trotar como locas, gimiendo al mismo tiempo gozan del spectaculo, sintiendo en cada pollazo como sus estrechos conos se dilatan al extremo.